martes, 13 de mayo de 2014

Digitalizarse y el porque de un CRM


Basado en un reporte de Territorio Creativo, hoy me gustaría hablar un poco de que es Digitalizar y que impacto puede tener esto sobre un CRM, actual o futuro.  ¿Qué es digitalizarse? – Es la innovación de tu empresa y todo lo que tenga que ver con tu modelo de negocio.

Digitalizarse no es abrir un E-commerce, no es tener un perfil en Facebook o en Twitter, no es crear una plataforma de pago para los servicios de tu web. Tampoco tiene nada que ver con el número de años que llevas en una empresa ni con el conocimiento que tengas de ella o del propio sector, ni con el número de documentos que subirás en archivos a un servidor o a la nube.

Digitalizarse es primero, una decisión empresarial y en segundo y principalmente, la voluntad de la empresa de cambiar su organización, cultura y procesos. Digitalizarse es modificar nuestra mentalidad arcaica y poner a las personas en el centro apelando a lo social como síntesis de lo digital. Cuanto estos dos pasos no se internalizan ocurre algo que se denomina “miopía digital”.

El proceso de digitalización, que acaba implicando a todos los departamentos de la empresa, es gradual y se puede dividir o desarrollar en los siguientes puntos:

Estrategia.

A priori parece que lo que incita a una empresa a la digitalización es: vender online, o llegar a más clientes a través de la red. Con este objetivo se plantea una estrategia para transformar un site obsoleto, se crea un buen sistema de CRM o se planifican diferentes acciones en redes sociales. Esto es lo que parece más visible dentro de todo este proceso, pero solo es la punta del iceberg. Por eso, y lo destacábamos anteriormente se necesita una voluntad de cambio real de quienes lideran el proyecto.

Equipos y destrezas.

La digitalización siempre viene acompañada de  una reorganización de los equipos de trabajo con el objetivo de hacer frente al nuevo reto y mejorar la productividad, con nuevos métodos de colaboración dentro y fuera de la empresa.

Procesos.

El uso de nuevas herramientas, la comunicación para conseguir que todo funcione y el conocimiento que adquieren todos los integrantes de la compañía acaba por mejorar también los procesos diarios de la gestión.

Cultura.

Finalmente, la cultura de la empresa es lo que la diferenciará del resto. Un equipo digital es un equipo conectado, que comparte los valores de la marca y se ve también partícipe de los éxitos de ésta.

Por todo esto el primer lenguaje que pienso que debe dominar el gerente del siglo XXI para ser más competitivo ya no es el inglés, el chino, el coreano o el japonés, sino el lenguaje digital.

Cuando una empresa piensa en digital ante una dificultad, generada por el rápido crecimiento de las Telecomunicaciones, son los propios trabajadores los que están animados a buscar una solución y aplicarla en un tiempo récord. Los líderes digitales están escondidos entre los empleados, sólo hay que animarles a ser libres de utilizar la tecnología para mejorar o hacer más eficiente su trabajo.

Adaptarse o morir

La adaptación al mundo digital es, para muchas organizaciones, la condición sin e qua non para asegurar la innovación y el feedback de los clientes que garantice el futuro de las mismas. La mejora continua en todos los procesos de trabajo, hoy más que nunca, marca la diferencia competitiva al aprovechar, por ejemplo, un entorno colaborativo donde la creatividad e innovación son impulsadas directamente por mejores posibilidades de comunicación entre miembros de un mismo nivel jerárquico, entre lideres y subordinados, y entre empresa y clientes, como consecuencia de entender el nuevo entorno digital en el que conviven clientes y trabajadores.

Nativo digital

La primera dificultad de algunas empresas para afrontar su futuro radica en que sus directivos y lideres no son nativos digitales y deben aprender y hacerse prácticamente nativos digitales mediante una inmersión total, del mismo modo que un estudiante de un idioma se va a vivir una temporada con nativos del idioma que pretende dominar.

Una vez dado éste paso, se debe detectar a los trabajadores más favorables a la digitalización, ya que serán los stakeholders y que impulsaran el siguiente paso de un gran cambio empresarial que debe de fluir tanto horizontal como verticalmente, principalmente con el apoyo de la dirección y sus lideres hacia quienes se impliquen de forma natural a favorecer el cambio.

En definitiva, el líder, directivo y/o gerente actual debe ser digital para entender el camino por el que debe guiar a su empresa para sobrevivir y, para ello, es fundamental que favorezca el clima adecuado en el que la digitalización sea el aceite que lubrique todos los engranajes o áreas de la empresa. Por este camino será más fácil entender cómo la tecnología está transformando la sociedad y cómo nos pueden ayudar los entornos colaborativos como, por ejemplo, las redes sociales internas, sin olvidarnos, eso sí, de usar la información y no sólo la tecnología.

Cierro con dos preguntas claves:

¿Estarán todas las empresas en la capacidad de poder adaptarse a esta nueva etapa de digitalizar?.   ¿Y la suya lo está?


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