En Venezuela existe un refrán
o dicho que reza “Loro viejo no aprende a hablar” en México existe otra “Chango
viejo no aprende maroma nueva”, y asi en varios países de nuestra latinoamérica.
El contexto de esta frase es lo que lleva a mucha s personas y a su vez a muchos
empresarios a quedarse en la mediocridad y en el estancamiento, ya que
consideran que las cosas siempre se han hecho de una forma y no se pueden
modificar ya que únicamente de esa manera es cómo funcionan.
La innovación debe ser
una cualidad nata de los empresarios, el que no se encuentre innovando está
destinado a morir. Sin embargo muchas personas que tienen varios años con su
empresa consolidada consideran la innovación como algo innecesario, pues creen
que conservando todo igual las cosas seguirán funcionando bien.
Es necesario innovar en
muchos aspectos, partiendo desde los procesos productivos, capacitación de
personal, atención al cliente, etc.; sin embargo una de las principales
innovaciones que deben considerar las empresas con larga trayectoria, es la
innovación de imagen.
La imagen corporativa es
la impresión que se le da al cliente y es necesario mantenerla en toda ocasión.
El hecho de tener una larga trayectoria y contar con un prestigio, el cual se
ha ganado a lo largo de los años, y han obtenido una cartera amplia de clientes
leales, no es excusa para no renovar la imagen.
Las empresas que
mantienen su imagen antigua podrán seguir operando, trabajando con los clientes
de siempre, pero esto no les permitirá obtener nuevos clientes. Los mercados
son tan dinámicos que la innovación es necesaria en todo negocio.
La sociedad ha
cambiado. Los individuos se comportan de forma distinta. Aparecen nuevos
puestos de trabajo que antes eran impensables. Programadores que tienen que
aprender nuevos lenguajes que antes eran inexistentes para dispositivos
inconcebibles hace una decada, emprendedores que logran el éxito inventando
algo (apps) que funcionan exclusivamente en una herramienta inventada, a su
vez, por un visionario (ipad), oportunidades laborales que antes no existían,
etc., etc., etc.
Y, claro,
individuos que consumen de forma diferente. Que buscan cosas que antes no
buscaban. Que necesitan cosas que antes no necesitaban. Que provocan que, entre
todos aquellos que producen bienes y servicios con un fin lucrativo, es decir,
empresas, existan sólo dos tipos: las que entienden este nuevo paradigma de
transformación digital y las que no. Las empresas modernas y las obsoletas. Las
empresas que triunfarán o las empresas que están abocadas a la desaparición. Al renovar la imagen, le
da la posibilidad no solo de abrirse a nuevos mercados, conseguir nuevos
clientes, etc., sino que también reafirma el compromiso con sus clientes
habituales, pues les da confianza de seguir comprando sus productos o servicios
ya que propicia una imagen de solidez.
Pero el cambio de la
imagen corporativa debe conservar la
esencia, es decir, manteniendo la verdadera razón de la empresa, cual fue el
producto o servicio que la hizo llegar hasta donde esta, quien es su verdadero
mercado, que necesidad ha estado satisfaciendo, cual es la diferencia que
ofrece de la competencia pero sobretodo, siempre recordar cuáles son sus raíces,
y que fue lo que la hizo llegar hasta donde está ahora.
La innovación constante es necesaria para la
supervivencia de toda empresa, y es una falsa afirmación o creencia el pensar
que debido a la antigüedad de la empresa o del empresario no es necesaria una
renovación. Todo cambio es bueno sabiéndolo aprovechar, es por esta razón que
una renovación de imagen puede ser de gran beneficio para la empresa, pues no
solo logrará atraer nuevos clientes, sino que también le reafirmará la solidez y
confianza que tiene con sus clientes leales.
Si no hay innovación, no hay afán por entretener o ser
útil para el consumidor. El único objetivo es estar ahí porque todos los demás
están. Y estar por estar, nunca ha sido una buena opción. Intentar hacer las
cosas de manera diferente no es tan complicado, simplemente requiere un poco de
atrevimiento y ganas de abordar la comunicación desde otra perspectiva.
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